29 marzo 2010

Oh patria terrible, en el centro de los terremotos

Neruda

"Otra vez el caballo iracundo patea el planeta y escoge la patria delgada, la orilla del páramo andino", escribió Pablo Neruda a propósito de la devastación causada la tarde del 22 de mayo de 1960 por un terremoto de 9,5 grados en la escala de Richter, que asociado con un maremoto posterior, modificó la geografía del sur de Chile.

La madrugada del 27 de febrero de 2010 "otra vez el caballo iracundo" pateó el planeta, escogiendo a "la patria delgada" para darle con "la herradura en el rostro". Y junto con todos sus ya conocidos efectos demoledores tuvo uno colateral que tocó directamente al famoso Nobel chileno: la suspensión del V Congreso de la Lengua Española, que se celebraría en Valparaíso entre el 1 y el 5 de marzo, y que rendía homenaje a Pablo Neruda y además a nuestra Gabriela Mistral.
Tres años de preparación, sin embargo, dejaron para la historia y el disfrute de las actuales generaciones dos notables ediciones conmemorativas: "Gabriela Mistral en Verso y Prosa" y la "Antología General de Pablo Neruda", publicadas por Alfaguara, y comercializadas a un precio más que razonable: 7 mil 500 pesos.
Es estimulante ver que, a pesar de las desdichas asociadas al cataclismo, ambos textos estén ya ubicados entre los libros más vendidos en algunos de los rankings que publican los diarios locales. Neftalí Reyes, eso sí, está un poco por encima de Lucila Godoy, pero es buenísimo que ambos estén siendo privilegiados por los lectores, pese al terremoto y su pateadura.
La "Antología General de Neruda" tiene interesantes textos introductorios, como el del escritor Jorge Edwards, quien hace memoria de los últimos años del poeta, cuando un cáncer a la próstata lo tenía por las cuerdas, tanto como la inminencia de la tragedia política social que se viviría en Chile poco después. Son recuerdos de primera fuente, íntimos y humanos.
Destaca además un poema inédito, donado por el conocido abogado Nurieldín Hermosilla, "un nerudista generosísimo", que desde la década del 70 dedica los viernes de su vida a investigar a Neruda, el poeta que a su juicio bien resume el siglo XX. El texto, que está dedicado a Valparaíso, se llama "La crónica de San Pancho" y fue escrito en 1948, cuando Pablo Neruda andaba oculto de la dictadura de Gabriel González Videla y fue acogido por la familia de Francisco Cuevas Mackenna en una cabaña en El Quisco.

Y, aunque el poeta advierte que el poema aún no está listo para su publicación, aquí y ahora lo tenemos publicado, sesenta y tantos años después, como la guinda de la torta de una Antología conmemorativa espléndida, que regalaremos a los que comenten en este blog la fuerza telúrica de estos versos escritos en 1960, a causa del terremoto de Valdivia, y que calzan como anillo al dedo este marzo de 2010.

 

 

"Dios mío, tocó la campana la lengua del antepasado en mi boca,
otra vez, otra vez el caballo iracundo patea el planeta
y escoge la patria delgada, la orilla del páramo andino,
la tierra que dio en su angostura la uva celeste y el cobre absoluto,
otra vez, otra vez la herradura en el rostro
de la pobre familia que nace y padece otra vez espanto y la grieta,
el suelo que aparta los pies y divide el volumen del alma
hasta hacerla un pañuelo, un puñado de polvo, un gemido.Por los muros caídos, el llanto en el triste hospital,
por las calles cubiertas de escombros y miedo,
por el ave que vuela sin árbol y el perro que aúlla sin ojos,
patria de agua y de vino, hija y madre de mi alma,
déjame confundirme contigo en el viento y el llanto
y que el mismo iracundo destino aniquile mi cuerpo y mi tierra.
Ay canta guitarra del Sur en la lluvia, en el sol lancinante
que lame los robles quemados pintándoles alas,
ay canta, racimo de selvas, la tierra empapada, los rápidos ríos,
el inabarcable silencio de la primavera mojada,
y que tu canción me devuelva la patria en peligro:
que corran las cuerdas del canto en el viento extranjero
porque mi sangre circula en mi canto si cantas,
si cantas, oh patria terrible, en el centro de los terremotos
porque así necesitas de mí, resurrecta,
porque canta tu boca en mi boca y sólo el amor resucita".
(Pablo Neruda, Terremoto en Chile, La Barcarola)


Del blog de Ximena Torres Cautivo
 


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