
A que no me extrañes al atardecer. Te reto a que te desvistas nuevamente sin pensar en mí. Mi desafío es para que te deshagas de mi memoria, aún cuando no reprimas el deseo por otros hombres.
Aquí te espero. Te reto a que puedas vivir con eso.
Cuando alargues tu brazo en la noche para apagar la luz, cuando bajes la cabeza para no golpearte con el saliente en la escalera, estaré tras de ti como el viento, conjurándote en el muelle, de este lado del mar.
Tu mar es extraño, el mío es común. Sumérjete en mí y no esperes más por los fantasmas.
Sé que lo has intentado miles de veces, sé que no has podido superar mi desafío en todo este tiempo, y que aún preguntas cuando sueñas por qué??
Por qué yo soy tu única respuesta…
Si Dios quiere................. Volveré......
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