18 enero 2011

Cuando se produce una herida emocional, el cuerpo comienza un proceso tan natural como la curación de una herida física. 
Hay que dejar que el proceso ocurra. Creer en esta capacidad dará lugar a la curación.
Has de saber que el dolor se irá y que, cuando se haya ido, serás más fuerte, más feliz, más sensible y más despierto.

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