
Cuando tengas una pena refúgiate en lo hermoso de la vida. Vive una mañana con alegría al despertar pensando que algo mejor nos ha de llegar.Transforma la tarde, placentera, con tus risas; dándole a cada cosa el color perfecto. Espera la noche con la esperanza que la otra mañana será aún mucho mejor, diciéndole gracias a Dios.Porque cada mañana pasada, cada tarde vivida y cada noche soñada te haya hecho aminorar tu pena con una gran sonrisa a la vida.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario